A partir de la interpretación en torno al origen de los modos de organización de los contenidos en sus condiciones de actos de comunicación y sus usos más apropiados, se adopta para ello un punto de vista metodológico, que distingue entre producción y recepción de textos, perspectivas diferenciadas que permiten atender las estructuras de una u otra manera en dependencia y en relación con el uso específico del lenguaje en el acto de comunicación respectivo. Reflexionar acerca de los usos de la narración o de la argumentación, principalmente, en la investigación y la pedagogía implica presentar su ubicación común como parte del funcionamiento discursivo, diferenciado en los ámbitos y dominios de uso respectivos.